sábado, 17 de diciembre de 2016

MATINAL

Huye la noche...Por las verdes lomas
la lumbre de los cielos se derrama:
es cada flor un búcaro de aromas
y una cuerda que vibra cada rama.

El horizonte púrpura destella; 
naturaleza, al despertar, suspira:
arriba, es un diamante cada estrella, 
abajo, cada tórtola, una lira.

Y de la aurora a los primeros rayos
despiértanse los gérmenes dormidos: 
hay en las flores lánguidos desmayos, 
y vibración de arrullos en los nidos.

Allá en lo más espeso de la fronda,
miente la luz alcázares de llamas,
y saltan en los pliegues de la onda
flecos de espuma y resplandor de escamas.

El ala vagabunda de la brisa
recoge los alegros del sisonte,
y como una inspirada pitonisa,
susurra cosas nuevas por el monte.

Rasga el arado la feraz llanura;
el surco abierto la simiente encierra,
y hay estremecimientos de ternura
en las hondas entrañas de la tierra. 

VICTOR RACAMONDE.

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