jueves, 24 de noviembre de 2016


AQUELLO QUE SIEMPRE ERES.


Hay algo que siempre está presente, es la consciencia. El hecho
de saber que eres, de ser consciente. En ese momento aparece el
pensamiento yo, el lenguaje, la mente y todo el mundo de las
ideas y las dualidades;
el conflicto, el temor, el dolor, el placer,
etc. Todo esto forma parte del juego del yo, del juego de la
mente. No importa lo más mínimo que ocurra . No hay que
esforzarse por cortar con ello, por evitar que las cosas sucedan,
por reprender a la mente, etc. Todo lo que hagamos seguirá
entrando en ese juego.

Lo único real es que eres, que sabes que eres. Viendo eso
comprendemos la realidad primera, intocada y prístina, la
realidad fundamental. Sabemos que todo lo que surja después,
que todo lo que creamos que somos, que cualquier formulación
ya es de la mente. Sin embargo la conciencia no desaparece, es
el fondo bajo el que todo sucede, el gran silencio sobre el que
nacen todos los sonidos. El gran océano que ve nacer y morir
las olas infinitas. El mar está en calma o agitado, pero siempre
es el mar. Los sonidos cambian, la melodía siempre es otra,
pero el silencio es siempre el punto de partida, el mantenedor
de todo, lo único real y constante. Tú eres eso. Tú eres la
conciencia que siempre es. La luz de la conciencia. Lo demás no
importa, no te preocupes por ello, si sabes qué eres.

Sé testigo del milagro de ser. No te esfuerces por ser esto o
aquello. Sé lo que eres, nada más. Sé el todo, no te conformes
con la parte. Si lo miras bien, afortunadamente, no tienes
opción alguna, siempre eres lo que eres. Darse cuenta de esto es
lo más evidente que puede ocurrir, es como mirarte en un
espejo y ver tu rostro directamente o señalar un árbol y ver el
árbol. Mira en tu interior y encuentra aquello que siempre está
contigo: la consciencia. Eso que está en ti por encima de todo
fenómeno cambiante, eso que está en todo, que todo lo penetra
e interpenetra. A esa consciencia total también se le llama
felicidad real y completa.

La Luz de la conciencia






























ESTUDIA, TRABAJA, DESCANSA

I

ESTUDIA

Es puerta de la luz un libro abierto:
Entra por ella, niño, y de seguro
Que para ti serán en lo futuro
Dios más visible, su poder más cierto.

El ignorante vive en el desierto
Donde es el agua poca, el aire impuro; 
Un grano le detiene el pie inseguro;
Camina tropezando; ¡ vive muerto!

En ese de tu edad abril florido
Recibe el corazón las impresiones
Como la cera el toque de las manos:

Estudia, y no serás cuando crecido
Ni el juguete vulgar de las pasiones, 
Ni el esclavo servil de los tiranos.

II

TRABAJA

Trabaja joven, sin cesar trabaja:
La frente honrada que en sudor se moja, 
Jamás ante otra frente se sonroja, 
Ni se rinde servil a quien la ultraja.

Tarde la nieve de los años baja
Sobre quien lejos la indolencia arroja,
Su cuerpo al roble, por lo fuerte, enoja;
Su alma del mundo al lodazal no baja.

El pan que da el trabajo es más sabroso
Que la escondida miel que con empeño 
Liba la abeja en el rosal frondoso;

Si comes ese pan, serás tu dueño,
Mas si del ocio ruedas al abismo,
Todo serlo podrás, ¡ menos tú mismo! 

III

DESCANSA

Ya es blanca tu cabeza, pobre anciano:
Tu cuerpo cual la espiga al torbellino,
Se dobla y rinde fácil: ya tu mano
El amigo bordón del peregrino,

Maneja sin compás, y el aire sano
Es a tu enfermo corazón mezquino...
Deja la alforja, ve, descansa ufano
En la sombreada orilla del camino;

Descansa, si; mas como el sol se acuesta, 
Viajero como tú, sobre el ocaso, 
Y al astro que le sigue un rayo presta;
Abre así con amor tus labios viejos, 
Y alumbra al joven que te sigue el paso
Con la bendita luz de tus consejos. 


ELIAS CALIXTO POMPA.




miércoles, 23 de noviembre de 2016

NO TE VOY A PEDIR...

No te voy a pedir que me des un beso ni que me pidas perdón cuando creo que lo has hecho mal o que te has equivocado. Tampoco voy a pedirte que me abraces cuando más lo necesito o que me invites a cenar el día de nuestro aniversario.

No te voy a pedir que vayamos a recorrer el mundo, a vivir nuevas experiencias y, mucho menos, te voy a pedir que me des la mano cuando estemos en mitad de esa ciudad.

No te voy a pedir que me digas lo guapa que voy, aunque sea mentira, ni que me escribas nada bonito. Tampoco te voy a pedir que me llames para contarme que tal te fué en el día, ni que me digas que me echas de menos.

No te voy a pedir que me des las gracias por todo lo que hago por ti ni que te preocupes por mi cuando mis ánimos están por los suelos y, por supuesto; no te pediré que me apoyes en mis decisiones. Tampoco te voy a pedir que me escuches cuando tengo mil historias que contarte.
No te voy a pedir que hagas nada, ni siquiera que te quedes a mi lado para siempre...
...Porque si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero.

FRIDA KAHLO





martes, 22 de noviembre de 2016













 Ver sin ser engañados por color y forma, 

Oír sin ser engañado por sonidos,


Oler sin ser engañado por perfumes,


Gustar sin ser engañado por sabores,


Tocar sin ser engañado por contactos,


y pensar sin ser engañado por configuraciones mentales.

RINSAI
 
"...Mi aire se acaba como agua en el desierto,

mi vida se acorta pues no te llevo dentro. 


Mi esperanza de vivir eres tú, y no estoy allí..."


Mario Benedetti

lunes, 21 de noviembre de 2016

Biografía. Rómulo Gallegos

Rómulo Gallegos nació en Caracas el 2 de agosto de 1884 y falleció en esta misma ciudad el 5 de abril de 1969, a la edad de 84 años. Novelista, cuentista ensayista, dramaturgo, cineasta, educador, y digno hombre público que llegó a ser Presidente de la República, convirtiéndose así en una de las personalidades más completas del siglo XX venezolano.

Éste ilustre caraqueño por medio de una labor perseverante y sólida, supo destacar su nombre con vivos relieves. En unión de Julio Planchart, Enrique Soublete, Salustio González Rincones, Julio Rosales y otros, formó en el grupo denominado " Alborada" que se inició en labores literarias por 1906. De su estilo dice Semprún: " escribe con precisión, claridad y elegancia. En ocasiones cede a la manía venezolana de la profusión descriptiva, manía tal vez propia de un pueblo que apenas empieza a tomar posesión espiritual de la tierra que habita". Su campo más fecundo ha sido la novela: El Último Solar, La Trepadora; Doña Bárbara, Canaima, Cantaclaro, Pobre Negro, Sobre la misma tierra, El Forastero Una brizna de paja en el viento, consagran el nombre de Gallegos como uno de los mejores novelistas de América.

A la técnica de los relatos y a la fuerza de la escritura unió, con fina observación, todo el interés de que fué capaz en el ambiente nacional. Fué Ministro de Educación, Diputado al Congreso Nacional y Presidente de la República. En el año de 1954, al cumplir setenta años de vida y veinticinco Doña Bárbara, Gallegos fué objeto de un expresivo homenaje en que participaron las más altas figuras intelectuales de América. En tal oportunidad, el ilustre escritor publicó un centón literario bajo el rubro de Una posición en la vida. 



Testamento del Libertador

Me permito compartirles una verdadera joya que he conseguido en mis variadas lecturas e investigaciones sobre Historia de Venezuela, particularmente considero que éste texto deja al descubierto los grandes atributos que como escritor tenía Bolívar, fue un maestro de estilos, lo demostró a través de sus proclamas, de sus cartas y discursos. En cada hogar, en cada reunión familiar, en cada escuela deberían leerse sus piezas literarias, sería como tenerlo presente en nuestras actividades, en nuestro día a día y él, estaría uniéndose a nosotros por medio de sus pensamientos perdurables, nos daría una lección perpetua de su vida gloriosa... A continuación su testamento: 


En el nombre de Dios Todopoderoso, Amén. Yo, Simón Bolívar, Libertador de la República de Colombia, natural de la ciudad de Caracas, en el Departamento de Venezuela, hijo legítimo de los señores Juan Vicente Bolívar y María Concepción Palacios, difuntos, vecinos que fueron de dicha ciudad; hallándome gravemente enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, creyendo y confesando como firmemente creo y confieso el alto y soberano Misterio de la Beatísima  y Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero; y en todos los demás misterios que cree y predica y enseña nuestra Santa Madre Iglesia, Católica, Apostólica, Romana, bajo cuya fe y creencia he vivido y protesto vivir hasta la muerte como católico fiel cristiano, para estar prevenido cuando la mía llegue, con disposición testamental, bajo la invocación divina, hago, otorgo y ordeno mi testamento en la forma siguiente: 

1. Primeramente encomiendo mi alma a Dios nuestro Señor que de la nada la crió, y el cuerpo a la tierra de que fué formado, dejando a disposición  de mis albaceas el funeral y el entierro, y el pago de las mandas que sean necesarias para obras pías, y estén prevenidas por el Gobierno. 
2. Declaro: fuí casado legalmente con la señora Teresa Toro, difunta, en cuyo matrimonio no tuvimos hijo alguno. 
3. Declaro: que cuando contrajimos matrimonio, mi referida esposa no introdujo a él ningún dote, ni otros bienes, y yo introduje todo cuanto heredé de mis padres.
4. Declaro: que no poseo otros bienes más que las tierras y minas de Aroa, situadas en la provincia de Carabobo, y una alhajas que constan en el inventario que debe hallarse entre mis papeles, las cuales existen en poder del señor Juan de Francisco Martín, vecino de Cartagena.
5. Declaro: que solamente soy deudor en cantidad de pesos a los señores Juan de Francisco Martín y Powles y compañía, y prevengo a mis albaceas que estén y pasen por las cuentas que dichos señores presenten y las satisfagan de mis bienes.
6. Es mi voluntad, que la medalla que me presentó el Congreso de Bolivia, a nombre de aquel pueblo, se le devuelva como se lo ofrecí, en prueba de verdadero afecto, que aún en mis últimos momentos conservo a aquella República.
7. Es mi voluntad, que las dos obras que me regaló mi amigo el señor general Wilson, y que pertenecieron antes a la biblioteca de Napoléon, tituladas El Contrato Social de Rousseau y El arte militar de Monte-Cuculi, se entreguen a la Universidad de Caracas.
8. Es mi voluntad, que de mis bienes se den a mi fiel mayordomo José Palacios ocho mil pesos en
remuneración a sus constantes servicios.
9. Ordeno: que los papeles que se hallan en poder del señor Pavajeau se quemen. 
10. Es mi voluntad, que después de mi fallecimiento mis restos sean depositados en la ciudad de Caracas, mi país natal. 
11. Mando a mis albaceas que la espada que me regaló el Gran Mariscal de Ayacucho se devuelva a su viuda para que la conserve como una prueba del amor que siempre he profesado al expresado Gran Mariscal. 
12. Mando: que mis albaceas den las gracias al señor general Roberto Wilson, por el buen comportamiento de su hijo el coronel Belford Wilson, que tan fielmente me ha acompañado hasta los últimos momentos de mi vida. 
13. Para cumplir y pagar este mi testamento y lo en él contenido, nombro por mis albaceas testamentarios fideicomisarios tenedores de bienes a los señores general Pedro Briceño Méndez, Juan de Francisco Martín, doctor José Vargas y general Laurencio Silva, para que de mancomun et insolidum entre ellos, los beneficien y vendan en almoneda o fuera de ella aunque sea pasado el año fatal de albaceazgo, pues yo les prorrogo el demás tiempo que necesiten, con libre, franca y general administración.
14. Y cumplido y pagado este mi testamento y lo en él contenido, instituyo y nombro por mis únicos y universales herederos en el remanente de todos mis bienes, deudas, derechos y acciones, futuras sucesiones en que haya sucedido y suceder pudiere, a mis hermanas María Antonia y Juana Bolívar, y a los hijos de mi finado hermano Juan Vicente Bolívar, a saber: Juan, Felicia y Fernando Bolívar, con prevención de que mis bienes deberán dividirse en tres partes, las dos para mis dichas dos hermanas, y la otra parte para los referidos hijos de mi indicado hermano Juan Vicente, para que los hayan y disfruten con la bendición de Dios.

Y revoco, anulo y doy por de ningún valor ni efecto otros testamento, codicilos, poderes y memorias que antes de éste haya otorgado por escrito, de palabra o en otra forma, para que no prueben ni hagan fe en juicio ni fuera de él, salvo el presente que ahora otorgo como mi última y deliberada voluntad o en aquella vía y forma que más haya lugar en derecho. En cuyo testimonio así lo otorgo en ésta hacienda San Pedro Alejandrino, de la comprehensión de la ciudad de Santa Marta, a diez de diciembre de mil ochocientos treinta.


SIMÓN BOLÍVAR














Biografía. Luis Alberto Sucre Urbaneja

Nacido en Caracas, Venezuela en  el año 1865. Después de una lenta y minuciosa labor, supo conquistar un nombre respetable entre los historiadores de Venezuela. Inclinado preferentemente a los estudios coloniales, rastreó durante largos años en nuestros archivos hasta esbozar los anales de las autoridades civiles de la provincia y de la ciudad de Caraca, con un acopio de datos que hace de sus "Gobernadores y Capitanes Generales" fuente de erudición, de indispensable consulta en nuestros días. Este trabajo de Sucre contribuye con acierto a fijar el concepto, negado por los viejos historiadores, de que España sí cumplió una intensa labor civilizadora en nuestro país. En ella se asiste, a través de la exposición de una obra trisecular, al desarrollo de la vida ciudadana de la gobernación y a la formación de aquel recio espíritu de autonomía que los mismos conquistadores insuflaron a los cabildos. Éste último tema lo desarrolló con brillo el señor Sucre en su discurso de incorporación  a la Academia Nacional de la Historia.

Se dedicó también a los estudios genealógicos, que según sus propias palabras" son un poderoso auxiliar de la Historia y piden en su aparente sencillez un criterio sereno, una ilustración extensa y un método de investigación inspirado en la verdad y la justicia", llegó a alcanzar en ellos una respetada autoridad. Entre éstos sobresalen sus monografías "Bolívar y Sucre unidos por el linaje y por la gloria" y "Memorial Genealógico del Libertador". Como director del Museo Boliviano, realizó una meritoria labor. Falleció en 1942.





domingo, 20 de noviembre de 2016

CORAZÓN CORAZA
Mario Benedetti





Porque te tengo y no 
porque te pienso 
porque la noche está de ojos abiertos 
porque la noche pasa y digo amor 
porque has venido a recoger tu imagen 
y eres mejor que todas tus imágenes 
porque eres linda desde el pie hasta el alma 
porque eres buena desde el alma a mí 
porque te escondes dulce en el orgullo 
pequeña y dulce 
corazón coraza 

porque eres mía 
porque no eres mía 
porque te miro y muero 
y peor que muero 
si no te miro amor 
si no te miro 

porque tú siempre existes dondequiera 
pero existes mejor donde te quiero 
porque tu boca es sangre 
y tienes frío 
tengo que amarte amor 
tengo que amarte 
aunque esta herida duela como dos 
aunque te busque y no te encuentre 
y aunque 
la noche pase y yo te tenga 
y no.